Para saber si estamos ante un caso de dificultades de lectoescritura o de atención serias y no sólo de problemas evolutivos que se van a solucionar con el simple paso del tiempo, deberemos recordar que leer, escribir, calcular o atender y concentrarse son habilidades fundamentales para estudiar. Además personas con bajo nivel intelectual las consiguen sin dificultad, mientras existen superdotados incapaces de dominarlas por más que lo intentan. Por ello, es importantísimo entender, que cualquier dificultad para aprender a leer, escribir o calcular desde el comienzo de su enseñanza (por pequeña que nos parezca), debe tenerse en cuenta inmediatamente, evitando perder tiempo. Con nuestra metodología resulta mucho más sencillo, rápido y económico superar estas dificultades.
Síntomas para detectar la dislexia y la falta de atención:
Aunque en muchos casos aparecen varias a la vez, la presencia de una sola (de forma persistente y a una edad en la que la mayoría de sus compañeros no la sufre) ha de ser tomada en cuenta y solucionada inmediatamente, sin necesidad de buscar “etiquetas” y evitando males mayores.
- Dificultad para leer con el ritmo adecuado a su edad, tensión, mala comprensión, distorsiones perceptivas en letras, sílabas, palabras o números)
- Dificultad para escribir (tensión lentitud, mala caligrafía, errores ortográficos, omisiones, adiciones, sustituciones, inversiones…)
- Dificultad para el cálculo (lentitud, errores en la mecánica, inversiones.…) y/o en los problemas razonados.
- Dificultades de comprensión y/o memorización (más agudizados con los conceptos o materias que les resultan más abstractos ante la imposibilidad de procesarlos visualmente)
- Dificultades de atención y concentración ante algunas materias
- Desmotivación por el trabajo diario (al no recibir recompensa por el esfuerzo ni forma de lograr solucionarlo)
- Aparición de consecuencias psicológicas (ansiedad, estrés, miedo, inquietud, impulsividad, baja autoestima, introversión o mal comportamiento)
- Tarda mucho en hacer los deberes y estudiar (en 1 hora rinde 10 minutos)
- Prefiere que alguien le lea la lección para entenderla mejor.
- Le etiquetan como vago, inmaduro, “corto”, descuidado o que se comporta mal y suspende porque quiere, pero sin embargo en otras actividades menos abstractas o no relacionadas con el medio escolar demuestra todo lo contrario.
- En ocasiones se queja de dolor de estomago o de cabeza y mareos o picores de ojos al esforzarse en tareas escolares.
- Problemas con las nociones espacio-temporales (puede confundir izquierda y derecha, ayer, mañana…)
- No controla bien el transcurso del tiempo o tiene dificultades para entender el reloj
- Dificultad para expresarse, se entrecorta o deja oraciones incompletas.
- Intenta disimular sus problemas, portándose mal o mostrándose más tímido.
- Imaginativo, intuitivo y con memoria fotográfica (recuerda imágenes con facilidad)
- Muy desordenado u ordenado compulsivo.
- Las dificultades aumentan drásticamente cuando experimenta confusión, presión, prisas, estrés, cansancio o mala salud.
Nuestra metodología consigue equilibrar las emociones y corregir los problemas de aprendizaje, la dislexia o el tdah, déficit de atención e hiperactividad, gracias al conocimiento de los verdaderos procesos neurológicos que intervienen en su aparición, desarrollo y control final.
Para más información sobre la Métodología, puedes acceder a los artículos que hemos publicado , muchos de ellos explicando las soluciones que el método aporta .
Para contactar con nosotros, estamos en el teléfono 655 068 620 y en las consultas de Gijón, Laredo y Madrid. También trabajamos online para todos los casos alejados de Asturias, Cantabria y Madrid.
Existen cursos de formación en el Método para estudiantes o profesionales de psicología, pedagogía, logopedia y docencia, que quieran mejorar sus resultados con la dislexia, el tdah o los problemas de comprensión y memoria.