Trastornos emocionales como consecuencia del tdah, dislexia, toc, Asperger, depresión, estrés o ansiedad.

Una vida con muchas percepciones erróneas mantiene una vida llena de padecimientos, sentimientos de culpa o verguenza, pena y muchos miedos a repetir errores, incluso de crear malestares intrínsecos en el propio miedo al miedo o al posible miedo al dolor. La percepción es el punto de partida del diagnóstico porque la vida mental se desarrolla primeramente como reacción a la información que capta el cerebro.

Prestar atención a una percepción crea conciencia de ella y pensamos sobre ella y/o reaccionamos a ella.

Los problemas de percepción provocan deficiencias y distorsiones cognitivas.

La conciencia está sujeta a sus propias minusvalías, como las dificultades con la atención y  con la memoria de trabajo. Una calidad de la conciencia de sí mismo (interna) puede deteriorarse cuando las percepciones mal formadas no ofrecen la base estructural necesaria para que los cambios en la atención estén bien coordinados, y también cuando unas redes cognoscitivas mal formadas conducen a representaciones confusas del mundo. Hoy en día este tipo de conducta podría ser catalogada de “dislexia emocional”, ya que la confusión de un entorno de estímulos estresantes se fijará en una desorientación en la habilidad referencial del individuo, lo que lleva a la persona a una distorsión de su realidad y como consecuencia errores no previstos. ESA SITUACIÓN DEJA AL CEREBRO ATRAPADO EN UN ESTADO DE IRREALIDAD Y “RUIDO” O “RUIDO ESTOCÁSTICO” CONSTANTE.

Explorar cómo capta conscientemente una persona su mundo experiencial es el medio más directo para aprender a conocer las capacidades razonadoras, la inteligencia social y las tácticas cognoscitivas de supervivencia de una persona, IMPRESCINDIBLE PARA TRATAR CUALQUIER PROBLEMA DEL CEREBRO Y DE LA MENTE.

Las funciones cerebrales primarias son aquellas que guardan relación con el movimiento, la memoria, el lenguaje y el cerebro social, a todas las cuales afectan las diferencias entre el hemisferio cerebral derecho e izquierdo. Estos procesos influyen directamente en la experiencia de la persona día a día. Las redes del cerebro modifican su conectividad a medida que se retroalimentan en ellas los entornos externos e internos, con lo que se logra alterar la memoria a largo plazo, el grado de excitación, los sentimientos, la reactividad, el ritmo, los tiempos, la motivación, la susceptibilidad emocional, el sistema de creencias y otros rasgos diversos.

El RUIDO MENTAL distorsiona las diferentes funciones cerebrales de diferentes maneras, entre otras estaría el trastorno del déficit de atención y la hiperactividad, TOC, autismo, Asperger, trastornos de la ansiedad, síndromes traumáticos, depresión, etc.

Afortunadamente nuestra metodología previene y corrige estos problemas, evitando su cronificación.

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